Tuesday, March 21, 2006

Ciclopear






El otro día, conversando con el Cou, intentábamos dilucidar qué es lo que me falta, más allá de sobreponerme a las marejadas de autocompasión que de tanto en tanto me sobrecogen…y de superar los kilos de auto referencia y delirios de grandeza con que transito por la cotidianeidad…y como en cada nueva entrevista, saltó el tema de la pareja…

-¿Para qué?-, pregunta el Cou…con ojos que parecen estar mirando el pedacito de pared al que le doy la espalda…

-Cuidado con lo que le pides a la vida, porque la vida siempre te lo da-, me dice Pezz a cada tanto...

Y no me importa nada.
¿Para qué….? ¿Cuidado…?

Nunca he sido buena para los propósitos, y menos para cuidarme…soy más bien hedonista y algo irresponsable…

¿Para qué….? ¿Cuidado…?

Supongo que para volver a jugar al cíclope…aunque suene a carencia, a simplicidad, a falta de feminismo, a obsesión o a adolescencia…

"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua." (Julio Cortázar. Rayuela)

1 Comments:

Blogger Abril_de_otoño said...

un exelente relato,,,,,

aqui haciendo zaping por lso blog..
muy lindo blog, felicidades...


abril.

8:50 PM  

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