Thursday, May 10, 2007

Dear Surehands...


Nadar entre atunes es una experiencia mágica. Sobre todo para alguien que no bucea. Yo sólo hago snorkel. Pero tengo un amigo buzo que me ayudó. Dice que normalmente no lo hace, ve tú a saber si es parte de su labia. Como sea, cuando corroboró que no le tengo miedo al mar, salimos otra vez a los motu, esos islotes que están frente a la esquina sur occidente de la isla...Tiramos el ancla en ellos y nos lanzamos al agua.
Él buceando.
Yo por arriba.
Lo seguí a mar abierto... y él con luces me guió hasta un lugar donde me quedé quieta quieta quieta...
Entonces él nadó hasta situarse bajo el cardumen y los empujo (so to speak) hacia mí. No eran viejos, así que de largo eran chicos...como de mi porte o menos...Esa foto que te mandé es de la vuelta...Nunca había sentido algo tan lindo...
Supongo que de ahí la sonrisa gigante y los ojos de niña a los que haces alusión...La niña que creció sin miedo a los pescados ni al mar porque el papá la sacaba a pescar...salió a flote....y perseguía a los peces con las manos abiertas....y una tremenda sonrisa en los ojos (en la boca ni hablar, me habría ahogado).
Me sentí como una bailarina...Los peces son como cualquier animal...te sopesan y te aceptan o no. Y me aceptaron...Así que pude danzar entre grandes peces plateado-rosáceos, justo cuando el sol ya empezaba a bajar. Si el azul del Pacífico es lindo desde arriba...no puedes imaginarte lo que es desde abajo...Yo aguantaba el aire y bajaba todo lo que podía....hasta que el oído me resistía....y ahí me quedaba...Mi amigo me daba un poco de oxígeno de su regulador....y así subía...
En esa parte...la isla ...Rapa Nui...hace un recodo en el mar y termina en el Pacífico con el gran volcán Ranu Kau...y las paredes que se cortan en precipicios hacia el mar son enormes, grandiosas, solemnes...sacadas de otros tiempos...contenedoras de tooooooooooda la historia del mundo....hermosas...y reconfortantes, porque le hacen peso a la inmensidad del mar en el que uno flota como un corchito...
Al bote, estacionado en la rada ínfima que se forma entre los motu Iti y Nui, regresé nadando en un trance de sonrisas, sumergidas, flotaciones de espalda, dos braceos...y un interminable transitar de pescaditos que jamás había visto...no tan coloridos como los de marketing caribeño....pero bellos...bellos en sus plateados sobrios...Alcanzar el bote me cansó...pero fue increíble!! Y como nos demoramos un poco en retornar con mi amigo....la marea ya había cambiado ligeramente, así que el retorno a Hanga Roa fue con una gran muestra del poderío del océano. Subíamos y bajábamos, por segundos el bote rebotaba y volaba....mientras mi amiga Carolynn me insultaba cada tanto por el retraso y Manuel, el alemán, se aferraba al bote con la cabeza fuera de borda....mareados ambos como pollos...Lo sentí harto por ellos, pero de verdad yo iba feliz...creo que es uno de esos momentos que voy a atesorar para siempre en mi corazón...
¿Y tú....algo lindo de contar en este año sin vernos?

Sunday, May 06, 2007

Confucius said...


OK, so I’m rusty...¿y? Si esto le estuviera pasando a un amigo, compartiría algún lema ad-hoc...tipo pa’ lante no más, ¿pa’tras? ¡Ni pa’charse vuelo, mi’ho!
Pablo anoche se bajó medio segundo del canguro sólo para sacar de un anaquel el archivador de toooooooooooodas las frases pa’l bronce de tooooooooooodos los tiempos que alguna vez le dije, y me las repitió, ordenadito él, una por una.

Tengo que estar conmovida. Eso está claro. Si no...no habría agarrado moto pa’llamar a mi amigo, justo mientras recogía el diario de vuelta en mi casa tras 5 horas saltando cual pendeja en el barcillo de moda, para ametrallarlo con mis cuestionamientos adolescentes...

Pezz se cagaría de la risa...y ante la mitad de mis cuestionamientos...me diría lo obvio...que es como andar en bicicleta...y el Milo sólo me recordaría que debo bajar de los tacos, lavarme la cara...y andar la vida a pata pelá....

¿Y yo?
Yo...qué chucha me diría...

Uf....

Tantas cosas...
Me diría por ejemplo...-weona, ¿tay loca?-
O a lo mejor...-sola te buscai los problemas, niña...-
Pero el meollo es que también me diría
-¿Te gusta?-
Y claro...me respondería
–¿el qué?-
-Esto-
-¿Esto así como la situación...esto así como él?-
-Claro....la situación....él...-
-¡¡¡¡Y cómo no!!! ¿Sabís lo que es que te conmuevan?...¿que otra vez te den ganas de bailar...? ¿que una sonrisa de un otro te genere la propia con pálpitos calientitos mientras un roce de manos te hace perder el hilo de la conversación al frente mientras recibes el vaso del trago que él te preparó como forma tácita de marcar territorio -tú porque lo pides él porque lo da- y así nadie sabe pero todos sí porque se miran y sonríen y bailan y apenas logran mantener las manos quietas y si coqueteas con otro ahí está él entre juego y juego diciéndote ni cagando voy a aguantar esto porque tú eres mía y entones te acuerdas que te llama por las noches para hablar wevadas y se suceden los silencios entrecortados y otros instantes en que reír se te hace un respirar entrecortado de tanta felicidad que te genera cada wevada sin sentido que dice y entonces vuelves al bar en ese instante y corroboras lo de siempre, que el que te haga reír de alma tiene medio camino andado hacia tu corazón y eso lo piensas mientras usas la palabra desternillar que ya nadie usa pero que significa que hay nombre en tu lengua para lo que te pasa cuando juegan juntos a las películas y él, rico y todo, llamando la atención y todo, se olvida del look galán para volverse zoolander y cuando por fin llega a tu lado mientras cruza la pista hacia ti bailando como un wevón, al oído no te dice una pelotudez o quizás sí a lo mejor lo es pero te cuenta que no le importa hacer el loco así porque tu sonrisa es linda-linda y él estaría todo el día siendo zoolander o lo que fuera con tal de verla aparecer una y otra vez y entonces tú te apagas, porque te conmueve y quieres darle un beso-beso, de esos con juego inicial de narices, roce de labios tímidos, apertura de boca de respiración entrecortada, mordedura juguetona silente y preámbulo de sexo tibio que hacen desaparecer a todo el bar a tu alrededor por medio segundo....quieres en el fondo que pase todo eso que ya ha pasado antes...pero que esta vez resulte, como siempre, quieres que esta vez resulte...pero al mismo tiempo sabes que no...que te aterra la idea...así que te das vuelta y por la ventana del bar miras Santa Lucía larga como calle europea, mientras sigues moviendo un poco las caderas y entonces él se acerca y parece que se metió en tu cabeza, porque deja que sigas mirando por la ventana y te busca medio a tientas medio a escondidas de los amigos comunes la mano, y baja su cabeza a tu cuello y te dice lo obvio: Tienes que atreverte tú. Porque yo ya sí. Y puedo esforzarme al máximo. Pero no puedo cambiar mi edad. Y entonces te sientes como la mierda, porque claro, para variar parece que te buscas frases y situaciones de teleserie venezolana, pero qué cresta se hace. ¿Se obvia lo que pasa? ¿te haces la tonta? ¿qué chucha se hace cuando el tema es tan enorme, insalvable y nimio como la diferencia de edad? -


Así que sí. Me gusta y no.