Silencio...

Tengo una sensación rara…mucho en que pensar…Ayer me enteré que durante 6 años trabajé con uno de los torturadores aparentemente más recordados del Estadio Chile. Un tipo que tendría el triste mote de El Príncipe. Lo funaron. Así me enteré. Si bien no trabajábamos en la misma área, sí nos tocaron oportunidades de trabajo conjunto para proyectos específicos. Nada que decir de él desde la perspectiva de ese entonces. Quizás que sus ojos transmitían siempre algo de locura medio siniestra, como una vez le dije a alguien del ministerio, pero que yo de verdad siempre atribuí al color azul con que me horadaban desde su pasado metro ochentayalgo hacia mi mínimo metro y medio y fracción. De clichés costumbristas se puede vivir: uno ve caras y no corazones...

Que quién es? ....presionar acá

***Corolario del fin de semana***

Me agrede que la gente me tilde de egoísta.

Ahora, que una mina que se casa con un machista golpeador, alcohólico y dueño de la verdad me tilde de egoísta por querer inseminarme artificialmente y ser mamá aunque no tenga un hombre en mi vida, porque "un niño necesita a un padre" (mientras mira con amor al troglodita)....me indigna.

La Pâtisserie du Max

Le spéciale de Dimanche:
Choux du Toró-avec-Rum

07 am: Un zumbido me saca del sueño. Gruño mientras manoteo hacia el velador. ¡Mierda! Doy vuelta el vaso de agua. Intento agarrar el celular, que se mueve mientras vibra por la superficie mojada. ¡Mierda! Logro abrir el celular. Miro la pantalla. Sin anteojos y dormida, no veo un carajo.

-¿Alo?- Siempre que me sacan del sueño respondo al teléfono como si estuviera haciendo una pregunta.
-Terdemogmohkaconvaaaaaaaarseargh-.
-¿Perdón?- Algo en mi cabeza me dice que corte, pero la curiosidad puede más.
-Beeeaaaambinaaaa- intenta modular, -terdemogmohkaconvaaaaaaaarseargh, soy ioooooooooo, d-tere, aaaaaaaaaaatoyabaaaajo, aaaaabrreme-.

No me enojo. Me acuerdo de mi Hall of Fame de los Carita de Raja y me río. Pero por dentro.

-Ernesto, no te voy a abrir, así que vira-.

Y cuelgo. Me doy media vuelta y duermo

07:24 am – El zumbido vuelve a despertarme. Corto.
07:25 am – El zumbido. Corto.
07:26 am – El zumbido. Corto.
07:27 am – El zumbido. Abro el teléfono dispuesta a mandarlo a la cresta, pero se me adelanta.

-¡¡¡¡¿Sabes q’ día es hoy?!!! ¡¡¡¡¿SABES Q’ DÍA ES HOY, POR LA CHUCHA?!!!-.

Suspiro.

-Sí Ernesto. Es domingo. Y son las siete de la mañana. No te voy a abrir. No quiero hablar contigo. No tenemos nada de que hablar. Ándate a tu casa-.

Curiosamente, no estoy enojada.

-Esssssssaaacto, eeeeeeeeeeesdomiiiiiiiingo catooooooooorced’maaaaaaaiiiio…dddd –ía de la madre…y tú tendrías que seerrrrg la madre de mis hiiiiiiiiijos, tenemos k’ hablaaaaaaaaar, aaaaaaaabrrreme la puerta, bambina-.

Quiero reírme, pero mejor no.

-No te voy a abrir. Y tienes razón, es día de la madre, anda a saludar a la tuya y a mí no me molestes más-.
-Ja, en todo caso. Eso voy a hacer. Bambina, me gustas muuuuuuuucho, abgreme la puerta, tenemos que hablaaaaaaar-. Se está poniendo plañidero. Corto.

Cinco veces llama. Cinco veces más, corto.
A la sexta me saca de quicio. Es un mamón.

-¡Ernesto, si me molestas una vez más, voy a decirle a tu mamá!-.

Turururú, suena el corte de llamada.

¡Caballero! Qué Nostá'hia

Benito Zambrano define Habana Blues como una especia de exorcismo personal.
A mí me huele a prescripción de exorcismo colectivo.
En esta película hay cientos de detalles en los diálogos, en las tomas, en las pequeñas alusiones a la cotidianeidad, que me revolvieron los recuerdos, me azuzaron las nostalgias…que en resumen me llevaron de vuelta a Cuba…A bailar con Felipe, a abrazar a Neki, a tomar un café con Marianela, a conversar con Cepeda, a reírme con Ray o “armar una hodedera” con la Julika…

Vivir es elegir, dice el enganche…bastante obvio, pero no por eso poco atingente…

Gran película. Recomendable a cualquiera que esté pensando en la amistad…
Yo pensé en hartas personas. Y opté.