Fin de Año Otra Vez
¿Sabes qué me pasa…?
Me pasa que nunca te he necesitado con locura a mi lado. No al principio...tampoco cuando desapareces...ni siquiera cuando me desvanezco de tus Ahoras por un rato...
Pero me dibujas sonrisas en el ánimo cada vez que me vuelves a sorprender.
Este es el quinto cambio de año que decidimos –tú porque lo generas, yo porque acepto tus embates- reir y sonreír juntos, alargando una conversación que tiene visos de la picardía que alguna vez nos caracterizó como dueto, simplemente –creo yo a estas alturas- como ejercicio de nostalgia...
Y me pasa que de tanto en tanto rechazo tus devaneos de pavo real, ya no siempre receptiva a tus avances por ese lado. En cambio, se ha asentado en nuestras interacciones algo dulce, algo sorprendente…por eso de caer en la cuenta de que, en cinco años, parte de mi rebeldía adolescente en estos temas desapareció entre tus brazos, se derritió en tus sonrisas, se perdió en tus ojos...y parte de tu torpeza vital de andariego descomprometido se quedó atrapada entre mis sábanas, suspendida en mi voz, acurrucada en mis gestos de gata...
¿Será eso o es que simplemente nos llegó un viejazo? Sea como sea, aquí estamos...a mucho más de mil días de esa mirada frente al espejo del baño de un bar sin nombre...¿Tenía o no tenía razón?...Te lo dije, más como frase de conquista que como base de vida, “los caminos fueron hechos para ser recorridos, no para llegar a destino”...
Y en eso estoy. Caminando...
Si alguien me hubiera dicho que a cinco años de distancia iba a preferir que me llamaras “mi niña” a que me raptaras escalera arriba...me habría reído despectiva...
¡Me encanta este vaivén!
Divagado por Maxsand at 6:17 PM
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